Ingredientes (18-20 uds.):
- 75 gr. harina de
repostería
- 125 ml. leche
entera
- 50 gr.
mantequilla sin sal
- 2 huevos “M”
(100 gr.)
- 1 rama de canela
- Cáscara de limón
- Anís estrellado
- Pizca de sal
*Para la trufa
de coco:
- 200 ml. leche de
coco
- 100 gr.
chocolate negro (70% cacao)
- 60 gr. azúcar
moreno
- 1 vaina de
vainilla
*Necesitaremos,
además:
- Azúcar blanco
- Canela molida
Preparación (paciencia 😊):
1) El día anterior, haremos la trufa de coco. En un cazo, llevaremos a
ebullición la leche de coco, junto con el azúcar, la vaina de vainilla
(previamente cortada por la mitad) y sus semillas. Antes de que comience a hervir, apartaremos
del fuego, retiraremos la vaina de vainilla y añadimos el chocolate; con unas
varillas removeremos hasta que el chocolate se haya fundido. Pasaremos a un bol
grande, dejaremos atemperar unos minutos e introduciremos en la nevera durante
toda la noche para que enfríe y adquiera consistencia.
2) Al día siguiente, prepararemos la masa de los buñuelos. En un cazo, pondremos
a calentar la leche, la rama de canela, unas láminas de cáscara de limón y un
par de piezas de anís estrellado; antes de que llegue a hervir, retiramos del
fuego, cubriremos con una tapa y dejaremos infusionar unos 5 minutos.
3) Mientras se atempera, sacaremos de la nevera el
recipiente con la mezcla de leche de coco y chocolate, y con la batidora eléctrica, montaremos, hasta que se formen picos firmes. Pasaremos a una manga pastelera y volveremos a reservar
en la nevera.
4) Colaremos la leche que hemos infusionado en otro cazo, y la volveremos a llevar
a ebullición. Añadiremos el azúcar y la mantequilla en dados y con la ayuda de unas varillas, la integraremos bien. Cuando comience a hervir de nuevo, retiraremos del
fuego y agregaremos la harina del golpe (previamente tamizada). Con una cuchara
de madera, removeremos enérgicamente, hasta que formemos una masa que se
despegue de las paredes; dejaremos atemperar unos minutos antes de incorporar
los huevos.
5) A continuación, agregaremos los huevos, de uno en uno, e
integraremos con la cuchara de madera removiendo de forma constante, hasta que
se integren completamente y obtengamos una masa cremosa hasta alcanzar el punto
de corbata. Tal punto se consigue, cuando al coger un pegote de masa con el
cucharón, este va cayendo hacia abajo, pero sin llegar a caer del todo,
formándose pues esa forma de corbata. Pasaremos la masa a una manga pastelera sin
boquilla y reservamos momentáneamente.
6) Pondremos a calentar una cazuela honda con abundante
aceite de girasol; cuando esté caliente, presionaremos la manga pastelera para que vaya saliendo la masa, y con unas
tijeras humedecidas con aceite de girasol, iremos haciendo cortes de masa del
tamaño que más nos guste.
7) Haremos buñuelos en tandas de 4-5 (ya que conforme se
vayan friendo, se irán hinchando), y dejaremos al fuego un par de minutos hasta
que queden bien dorados. Por lo general, se suelen dar la vuelta por si solos, aunque
si vemos algún “rezagado”, le daremos la vuelta nosotros.
8) Cuando estén en su punto los buñuelos y aún calientes, los pasaremos en un plato (en el
que previamente habremos mezclado azúcar blanco y canela molida), los rebozaremos bien
por todos sus lados y los dejaremos atemperar.
9) Justo antes de servir, les haremos un corte por la mitad y rellenaremos los buñuelos con la trufa de coco.
Buen provecho y hasta
la próxima =)
Wasabiconsejos:
Es importante que
la leche de coco esté bien fría para preparar la trufa, por lo que previamente
deberemos meter su envase en la nevera para que se separe la grasa del agua de
la leche de coco; cuando abráis el envase, veréis que ha quedado firme.
En función de la
humedad que tenga vuestra masa, os “pedirá” mas huevo o no. En lugar de añadir el
huevo entero a la hora de hacer la masa, podéis batirlo previamente en un
cuenco e ir añadiendo poco a poco según nos lo vaya “pidiendo” la masa. De este
modo, no correremos el riesgo de que se nos quede una masa demasiado líquida para
hacer lo buñuelos.
A la hora de freír
los buñuelos, debemos de tener en cuenta que el aceite debe de estar lo suficientemente
caliente para que cuando incorporemos la masa de los buñuelos, ésta no se nos baje
al fondo y se pegue; debe de “flotar”. Por lo general, la temperatura apropiada para freír debe ser alrededor de 175º.
Si queréis, en vez
de hacer los buñuelos con la manga pastelera, los podéis hacer de la manera
tradicional, untándoos las manos con un poquito de aceite de girasol y cogiendo pequeñas
porciones de masa.
Si queréis la receta de estos deliciosos buñuelos de viento, aquí os adjunto el enlace de descarga:
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