- Sal
- Pimienta negra
2) Al
día siguiente, las escurriremos, las dispondremos en una olla amplia junto con el
muslo de pollo, el jamón serrano, el tocino fresco, las hojas de laurel, unas
ramas de perejil, el pimiento choricero (con las semillas y el tallo
previamente retirados) y los dientes de ajo sin picar; cubriremos con agua, salpimentaremos, taparemos y pondremos al fuego.
3) Cuando comience a hervir, echaremos un par de cucharones de agua para “asustar” a las habichuelas y cortar la cocción, añadiremos 125 mililitros de AOVE, volveremos a tapar la olla, y las dejaremos cocer tranquilamente en torno a una hora a fuego medio (vitrocerámica al 5-6) hasta que queden tiernas y no se deshagan. Con un cazo, iremos quitando las impurezas que vayan saliendo a la superficie y removeremos la cazuela ayudándonos del asa para evitar que las habichuelas se nos peguen.
4) Por
otra parte, lavaremos las coles bajo un chorro de agua fría, las trocearemos y en un cazo
pequeño con agua, las pondremos a cocer a fuego medio (vitrocerámica al 5)
durante unos 30 minutos aproximadamente. Apartaremos del fuego y reservamos
momentáneamente.
5) En una sartén con unas gotas de AOVE, freiremos los
chorizos (previamente cortados en rodajas). Reservamos momentáneamente.
6) Cuando
falten unos 30 minutos para que termine la cocción de las habichuelas, sacaremos
el pimiento choricero y los dientes de ajo de la olla, las pasaremos a un vaso
batidor con un par de cucharadas de caldo de la cocción, y con la túrmix,
trituraremos bien. Reservamos momentáneamente.
7) Pelaremos
entonces las patatas en cachelos y las zanahorias en rodajas, y las agregamos a
la cazuela junto con las coles (previamente escurridas), las rodajas de chorizo
(y el aceite que ha quedado en la sartén) y el puré de pimiento
choricero y ajo que habíamos reservado; con sumo cuidado y con la ayuda de un
cucharón, removeremos para integrar el conjunto sin deshacer las habichuelas.
8) Rectificamos
de sal y pimienta negra si fuera necesario, y mantendremos al fuego hasta que
las patatas queden tiernas.
9) Aprovecharemos
ese espacio de tiempo para freír la morcilla en una sartén con unas gotas de
AOVE.
Servimos y añadiremos en última
instancia la morcilla.
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