Ingredientes (molde circular desmontable 20 cm.):
2) Justo cuando la leche comience a hervir, retiraremos del
fuego y la colaremos en el bol anterior, dejándola caer poco a poco;
integraremos bien con las varillas y devolveremos la mezcla de yemas y leche al
cazo. Pondremos a fuego medio-alto y con las varillas, batiremos continuamente
durante un par de minutos, hasta que la Maizena se cocine y la crema haya
espesado.
3)
Apartaremos el cazo del fuego, añadiremos el queso Mascarpone (debe de estar
frío) y con la túrmix, trituraremos, hasta homogeneizar y aunar ingredientes; pasaremos a un bol amplio, cubriremos con papel film (de
manera que quede en contacto con él, para que no forme costra o película) y reservamos
momentáneamente.
4) A continuación, en un bol dispondremos el queso
Philadelphia (a temperatura ambiente), el azúcar blanco, las ralladuras de cítricos
y el extracto de almendra, y con la batidora eléctrica, mezclaremos durante
unos 5 minutos.
5) Acto seguido, echaremos
las claras de huevo, poco a poco, y continuaremos batiendo unos minutos 5 más aproximadamente,
hasta conseguir una textura cremosa y homogénea.
6) De vuelta con la crema pastelera, le daremos un par
de pasadas con la batidora durante unos instantes para que pierda temperatura;
incorporaremos entonces la mezcla de queso y huevo, y batiremos nuevamente
hasta homogeneizar.
7) Precalentamos el horno a 260º. Forraremos la base del
molde con una hoja de papel sulfurizado, y las paredes, con dos tiras de papel sulfurizado
más, de tal forma que sobrepasen la altura del mismo; verteremos la mezcla de
queso y crema pastelera, le daremos unos golpecitos para que se asiente,
introduciremos en el horno y mantendremos en su interior en torno a 30 minutos.
8) Cumplido el tiempo de cocción de la tarta y observemos
que la superficie comienza a ponerse dorada, abriremos el horno y con cuidado
de no quemarnos, moveremos suavemente la bandeja; si comprobamos que el centro
de la tarta se tambalea, sacaremos inmediatamente del horno y la dejaremos atemperar
unos minutos. Cuando haya perdido temperatura, la introduciremos en la nevera y
la conservaremos al frío durante toda la noche.
Cortamos una porción, servimos sobre una capa de salsa
de mango, acompañamos con un poco de salsa de arándanos y espolvoreamos en
última instancia un poco de azúcar glas y canela molida.
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