2) Llegados
a ese punto, haremos los champiñones a la
mostaza. En una sartén, pondremos a calentar un chorrito de AOVE; cuando esté
caliente, incorporaremos la chalota y los dientes de ajo bien picado. Cocinaremos
unos instantes a fuego alto, y antes de que adquieran color, agregaremos los
champiñones cortados en cuartos (previamente lavados y secados en papel
absorbente), salpimentaremos y los saltearemos unos 10 minutos, hasta que
adquieran color.
3) A continuación, en un
bol, echaremos la miel de tomillo, la mostaza suave, el perejil picado y el
vinagre de manzana, y con unas varillas, mezclaremos bien; sacaremos las
pechugas de la nevera, colaremos el jugo que ha quedado de macerar, lo incorporaremos
a la sartén con los champiñones. Dejaremos que hierva unos segundos para que evapore
ligeramente el alcohol, añadiremos la mezcla de miel y mostaza, removeremos con
una cuchara de madera y los mantendremos en torno a unos 10 minutos más, hasta
que la salsa espese y los champiñones se terminen de hacer.
4) Mientras tanto, introduciremos los boniatos asados en el microondas y
le daremos unos golpes de calor hasta que estén en su punto. Reservamos momentáneamente.
5) Finalmente,
haremos las pechugas. En una sartén
tipo plancha, pondremos a calentar un chorrito de AOVE; cuando esté caliente, depositaremos
las pechugas, echaremos un poco de romero y de pimentón picante, y las
freiremos a fuego alto un minuto por cada lado.
Servimos las pechugas, acompañamos
con los champiñones a la mostaza, el boniato asado y espolvorearemos en última
instancia un poco de perejil picado.
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