Ingredientes (6 uds.)
2) A
continuación, incorporaremos la levadura diluida al recipiente anterior con las
harinas junto con el huevo (previamente batido) y la ralladura de naranja; amasaremos
un par de minutos hasta que observemos que los ingredientes comienzan a
compactarse, sin trabajar en exceso la masa.
Cubriremos el recipiente con papel film y la dejaremos reposar en torno a una
hora.
3) Pasaremos
la masa a la encimera (previamente espolvoreada con un poco de harina), la
desgasificaremos un poco y agregaremos la mantequilla en textura de pomada
(previamente troceada en dados) en varias tandas. Amasaremos durante unos 5
minutos, hasta que la mantequilla
quede integrada y la masa tenga una textura suave y elástica (si observamos que
resulta difícil trabajar la masa, dejaremos un par de minutos sin amasar para
que relaje y no nos cree correa). Le daremos forma de bola, la
depositaremos en un bol (previamente engrasado con un poquito de AOVE), lo cubriremos
con papel film y la dejaremos reposar durante 3 horas.
4) Mientras
tanto, haremos el brillo de los bollos suizos. En un cazo, pondremos a calentar
le leche entera, el agua de azahar y el azúcar blanco; cuando comience a
hervir, bajaremos el fuego y mantendremos un par de minutos más hasta que el
azúcar se haya diluido y haya espesado ligeramente. Retiraremos del fuego,
pasaremos el brillo a un bol y dejaremos que se atempere; introduciremos en la
nevera y conservaremos al frío mientras continuamos con la receta.
5) Aprovecharemos
también para preparar la crema de mantequilla. En un cazo, pondremos a calentar
el agua, el azúcar blanco; cuando empiece a hervir, bajaremos el fuego y lo cocinaremos
unos 5 minutos más, hasta conseguir un almíbar ligeramente espeso. Retiraremos
del fuego y lo dejaremos enfriar a temperatura ambiente.
6) Cuando
se haya enfriado el almíbar, en un bol, echaremos la mantequilla en textura de
pomada, y con la batidora eléctrica, le daremos un par de pasadas para
aligerarla; acto seguido, iremos agregando el almíbar en forma de hilo, y
continuamos batiendo con la batidora hasta que la crema quede firme y compacta.
Pasaremos a una manga pastelera y la introduciremos en la nevera para
conservarla al frío.
7) Cumplido
el tiempo de fermentación, como veréis, la masa habrá doblado su volumen. La dispondremos
en la encimera (con un poquito de harina espolvoreada), y la aplastaremos
ligeramente para desgasificarla y sacarle todo el aire.
8) La
dividiremos en porciones de unos 100 gramos, les daremos forma redondeada en un
primer momento y a continuación, las aplanaremos y las enrollaremos en forma de
rulo; los pasaremos en una bandeja de horno (previamente forrada con papel
sulfurizado).
9) Cubriremos
la bandeja con un paño de cocina húmedo y dejaremos reposar a temperatura
ambiente en torno a unas 3 horas, o hasta que hayan duplicado su volumen.
10) Precalentamos el horno a 200º. Cumplido el tiempo de
fermentación, retiraremos el paño de cocina, los humedeceremos con sumo cuidado
con agua, introduciremos la bandeja en el horno (en el nivel medio) y le
daremos un primer horneado de 10 minutos.
11) Llegados a ese punto, pondremos en marcha el
ventilador del horno y los mantendremos en su interior alrededor de 3-4 minutos
más o hasta que observemos que comienzan a ponerse dorados.
12) Sacaremos la bandeja del horno, y aún calientes, con
la ayuda de una brocha de cocina, los pincelaremos con el brillo de leche y
azúcar que habíamos preparado; echaremos un puñado de azúcar blanco en cada
bollo suizo y los dejaremos enfriar a temperatura ambiente antes de degustar.
Servimos los bollos suizos, los rellenamos con la crema de
mantequilla, decoramos con unas fresas y espolvorearemos en última instancia un
poco de canela molida.
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