Receta de tarta Charlotte de frutos rojos con crema "bavaroise" ("Berries Charlotte cake")

Ingredientes (aro desmontable 23 cm.):

*Para los bizcochos de soletilla o "ladyfingers":

- 6 claras de huevo "L" (240 gr.)
- Pizca de sal
- 240 gr. azúcar blanco
- 6 yemas de huevo "L" (120 gr.)
- 240 gr. harina de repostería
- Ralladura de limón
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- Azúcar glas

*Para el coulis de fresa:

- 250 ml. agua
- 200 gr. azúcar blanco
- 250 gr. fresas
- Zumo de medio limón
- Chorrito de Kirsch (licor de cerezas)

*Para la crema "bavaroise" o mousse de vainilla:

- 320 gr. crema de leche (35% materia grasa)
- 320 gr. leche entera
- 1 vaina de vainilla
- 4 yemas de huevo (80 gr.)
- 150 gr. azúcar blanco
- 15 gr. gelatina neutra (9 hojas pequeñas)
- 570 ml. crema de leche (35% materia grasa)
- 60 gr. azúcar blanco
- 200 gr. guindas sin hueso

*Necesitaremos, además:

- Fresas
- Moras
- Cerezas
- Frambuesas
- Azúcar glas

Preparación (paciencia 😊):

1) En primer lugar, haremos los bizcochos de soletilla o “ladyfingers”. Sobre una hoja de papel sulfurizado, dibujaremos con un lápiz un rectángulo de 37x20 centímetros y trazaremos una línea que divida el mismo. Sobre otras dos hojas de papel sulfurizado dibujaremos de igual modo dos circunferencias de 22 centímetros, que harán las veces de base y capa intermedia de la tarta. Reservamos momentáneamente.

2) Separaremos las claras de las yemas. En un bol, batiremos las claras de huevo con una pizca de sal a velocidad media; cuando empiecen a espumar, añadiremos 80 gramos de azúcar blanco y continuaremos batiendo un par de minutos más. Incrementaremos la velocidad de la batidora, añadiremos el azúcar restante, poco a poco, y mezclaremos, hasta obtener un merengue espeso con picos firmes. Llegados a ese punto, echaremos las yemas de huevo, de una en una, la ralladura de limón, la esencia de vainilla y terminaremos de batir hasta homogeneizar.

3) Precalentamos el horno a 190º. Tamizaremos la harina en el bol, y con la ayuda de una espátula, integraremos, realizando movimientos suaves y envolventes hasta que conseguir una mezcla esponjosa.

4) Pasaremos de forma inmediata el resultado a una manga pastelera con boquilla redonda de 15 milímetros, y haremos tiras alargadas de “ladyfingers” sobre una bandeja de horno previamente forrada con el papel sulfurizado en el que habíamos dibujado el rectángulo, dejando un espacio de un dedo entre cada “ladyfinger”, ya que se pegarán durante el horneado. Espolvoreamos azúcar glas por encima, introduciremos en el horno y mantendremos en su interior en torno a 9-10 minutos, o hasta que observemos que comienzan a ponerse dorados.

5) Con la masa de “ladyfinger” restante, haremos dos espirales de 22 centímetros (de dentro hacia afuera) sobre otras dos bandejas de horno también forradas con los otros dos papeles sulfurizados sobre los que dibujamos las circunferencias; espolvorearemos azúcar glas, sacaremos la bandeja de los “ladyfingers” del horno e introduciremos éstas manteniéndolas en su interior otros 10 minutos.

6) Mientras tanto, prepararemos el coulis de fresa. Por una parte, haremos un almíbar; en un cazo, llevaremos a ebullición el agua y el azúcar blanco. Cuando comience a hervir, retiraremos del fuego y dejaremos infusionar a temperatura ambiente.

7) Por otro lado, lavaremos las fresas, las secaremos bien con papel absorbente, les retiraremos el tallo, las troceamos y las dispondremos en un vaso batidor, junto con el almíbar (sin la vaina de vainilla), el zumo de limón y el licor de cerezas. Con la túrmix trituraremos, hasta conseguir una textura ligeramente espesa y reservamos. Si observamos que el coulis nos queda demasiado denso, lo podremos aligerar con un chorrito de agua.

8) Horneados los bizcochos de soletilla y los círculos, los sacaremos y los dejaremos enfriar encima de una rejilla.

9) A continuación, prepararemos la crema “bavaroise”. En un recipiente con agua fría, pondremos a hidratar la gelatina neutra. Reservamos momentáneamente. Para la elaboración de esta crema, haremos, por un lado, una especie de crema pastelera. Para ello, en un cazo, pondremos a calentar la nata o crema de leche, la leche entera, la vaina de vainilla (previamente cortada por la mitad) junto con sus semillas y la mitad del azúcar blanco (75 gramos). Cuando comience a hervir, retiraremos del fuego, taparemos y dejaremos infusionar unos minutos a temperatura ambiente.

10) En un bol, batiremos las yemas de huevo y el resto del azúcar blanco (75 gramos) con la ayuda de unas varillas; mezclaremos hasta obtener una crema amarilla brillante. Colaremos la mitad de la leche infusionada al bol anterior, mezclaremos rápidamente con las varillas, devolveremos esta mezcla al cazo, la llevaremos de nuevo al fuego y cocinaremos a fuego medio-alto (vitrocerámica al 7) removiendo constantemente con las varillas durante unos minutos, hasta que la espuma desaparezca y la crema haya espesado y alcance los 85º.

11) Retiraremos entonces del fuego, colaremos la crema en otro bol, agregaremos las hojas de gelatina hidratada (previamente escurridas) y con las varillas, mezclaremos, hasta que se hayan disuelto. Le daremos un par de pasadas con la túrmix, cubriremos con papel film (procurando que quede en contacto con la crema), dejaremos atemperar unos minutos e introduciremos en la nevera 30 minutos para que la crema enfríe.

12) Aprovecharemos ese espacio de tiempo para montar la nata o crema de leche. En un bol, batiremos 570 mililitros de nata y los 60 gramos de azúcar blanco hasta que alcancen picos suaves. Cuando la temperatura de la crema haya bajado hasta los 30º, la removeremos con las varillas e incorporaremos la nata montada, en varias tandas; con la ayuda de una espátula, integraremos, realizando movimientos suaves y envolventes, hasta aunar ingredientes.

13) Acto seguido, procederemos al montaje de la tarta Charlotte. Sobre la bandeja en la que vayamos a presentar la tarta, depositaremos el aro metálico de 23 centímetros y lo forraremos con una tira de papel de acetato que rodee completamente el mismo. Espolvorearemos un poco de azúcar glas sobre la lámina rectangular de bizcochos de soletilla, colocaremos encima una hoja de papel sulfurizado y la daremos la vuelta; retiraremos el papel sulfurizado y la humedeceremos con el coulis de fresa. Cortaremos longitudinalmente por la mitad la lámina de bizcochos (de modo que nos queden dos partes iguales) y las dispondremos alrededor del aro metálico.

14) Con las medidas que tomamos al principio, nos sobrará espacio, por lo que, con unas tijeras, cortaremos uno o dos “ladyfingers”, hasta que las dos partes encajen bien en el aro. En la base, dispondremos una de las dos capas de bizcocho circular; la humedeceremos de igual modo con el coulis de fresa, incorporaremos la mitad de la crema “bavaroise” y esparciremos la mitad de las guindas sin hueso.

15) Sobre esta capa de crema, colocaremos la otra capa de bizcocho circular (previamente humedecida con el coulis de fresa por ambas caras), presionaremos ligeramente hasta compactar, verteremos el resto de la crema “bavaroise”, repartiremos las guindas sin hueso restantes junto con el coulis de fresa que nos haya sobrado e introduciremos en la nevera; dejaremos que la tarta repose y cuaje durante toda la noche.

16) Al día siguiente, retiraremos el aro metálico y el papel de acetato; decoraremos la tarta con fresas, moras, cerezas, frambuesas y espolvorearemos en última instancia con un poco de azúcar glas.


Buen provecho y hasta la próxima =)


Wasabiconsejo:

En lugar de un aro desmontable de 23 centímetros, podéis utilizar aros metálicos individuales para hacer vuestra presentación más original.

Esta tarta lleva su tiempo, pero os aseguro que merece la pena hacerla.

Si queréis la receta de esta deliciosa tarta Charlotte de frutos rojos, aquí os adjunto el enlace de descarga:

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