- 250 gr. azúcar moreno
- 1 vaina de vainilla
- 2 cucharadas de zumo de limón
*Necesitaremos, además:
- Tarros de
cristal
- Cazuela honda
- Agua
- Cazuela honda
- Agua
Preparación
(1 hora):
1) En primer lugar, lavaremos los higos, y los dispondremos
en una cazuela honda junto con el azúcar, el zumo de limón y la vaina de la vainilla
(previamente cortada por la mitad) y sus semillas. Dejaremos macerar un par de
horas a temperatura ambiente.
2) Pasadas dos horas, pondremos la cazuela al fuego y cocinaremos durante
40-45 minutos removiendo de vez en cuando. Cuando observemos que la mermelada
haya espesado, retiraremos del fuego y la trituraremos con la túrmix hasta que
quede bien fina.
3) Retiraremos la vaina de
vainilla y rellenaremos los tarros de cristal (previamente lavados y
esterilizados en agua hirviendo durante unos 10 minutos). Si no los vais a
consumir de forma inmediata, los sellaremos al vacío. Los cerraremos apretando
bien la tapa, y en otra cazuela, pondremos a calentar agua (la necesaria para
que cubra los tarros hasta la mitad). Cuando comience a hervir, introduciremos
los tarros bocabajo, y los dejaremos al baño María durante unos 30 minutos.
4) Apartaremos la cazuela del fuego y sacaremos los botes del agua con la
ayuda de un paño. Los
dejaremos enfriar a temperatura ambiente y posteriormente los secaremos.
Los guardamos en la alacena, y cuando
queramos, utilizamos la mermelada de higos en tostadas o para acompañar
cualquier otra receta, ya que, al estar cerrados al vacío, se conservarán
durante varios meses.
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