Ingredientes (4+1 comensales):
- Pimienta negra
2) Por otra parte, haremos el sofrito. En una sartén, con un
chorrito de AOVE, incorporaremos las verduras troceadas (cebolla dulce, dientes
de ajo, zanahoria y pimiento verde) y las pocharemos durante unos minutos.
Salpimentaremos, y antes de que adquieran demasiado color, abriremos un hueco
en el centro de la sartén y añadiremos la carne picada de pollo; pondremos a
punto de sal y pimienta negra y dejaremos que la carne se dore un par de
minutos sin removerla.
3) Llegados a ese punto, con la ayuda del tenedor de madera, la integraremos
con el resto de las verduras pochadas y
sazonaremos con el pimentón picante. Acto seguido, añadiremos el vino tinto, pondremos a
fuego alto y reduciremos unos instantes para que se evapore ligeramente el
alcohol. Agregaremos la salsa de tomate, la
albahaca fresca picada, bajaremos el fuego a la mitad y cocinaremos alrededor
de unos 5 minutos más.
4) A continuación, escurriremos los macarrones y los incorporaremos
a otra sartén con un chorrito de AOVE; la pondremos al fuego y los saltearemos
ligeramente durante unos instantes con un poco de perejil picado. Forraremos un
molde circular desmontable de 20 centímetros con papel sulfurizado y
repartiremos los macarrones por toda su superficie.
5) Precalentamos el horno a 190º. En un bol, dispondremos los
huevos, junto con el yogur griego, la nata o crema de leche y una pizca de sal;
con la ayuda de unas varillas, mezclaremos bien y pasaremos el resultado al
molde por encima de los macarrones.
6) Cubriremos los macarrones con el sofrito y la carne picada de pollo,
le daremos unos golpes para que se asiente bien el conjunto y echaremos el queso parmesano rallado;
introduciremos en el horno y mantendremos en su interior durante unos 35-40
minutos, dejando los últimos 5 minutos para gratinar.
Cortamos una porción, servimos y espolvoreamos en última
instancia un poco de perejil picado.
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