Ingredientes (4 comensales):
2) Cuando hayan tomado color, las depositaremos en un plato
con papel absorbente y acto seguido, sellaremos los muslos de pollo; los salpimentaremos, los rebozaremos en harina y los freiremos en
la sartén. En el momento que adquieran un tono dorado, los apartaremos en otro
plato y los reservamos momentáneamente.
3) A continuación, retiraremos la mayor cantidad del AOVE posible de la sartén
(nos quedaremos con el equivalente a 4-5 cucharadas), incorporaremos la
guindilla, las hojas de laurel, devolveremos los muslos de pollo sellados y
agregaremos el vino blanco; pondremos a fuego alto, dejaremos que hierva unos
segundos para que evapore ligeramente el alcohol, añadiremos las cabezas de ajo
doradas, 3 dientes de ajo en crudo, unas ramas de romero y cubriremos con el
caldo de ave.
4) Removeremos con una cuchara de
madera, y cuando vuelva a hervir, taparemos y cocinaremos a fuego medio
(vitrocerámica al 5), removiendo de vez en cuando, alrededor de 50 minutos
hasta que el pollo quede tierno y el líquido haya reducido casi en su totalidad.
5) Por otra parte, para la guarnición, en un cazo
con abundante agua, introduciremos las patatas con piel, echaremos un puñado de
sal y las pondremos a cocer durante unos 30 minutos hasta que queden tiernas.
6) Llegados a ese punto, sacaremos las patatas del agua y las
dejaremos atemperar unos minutos antes de retirarle la piel.
Servimos, acompañamos con una patata pelada por ración, le
echamos un chorrito de AOVE, la sazonamos con pimienta y espolvoreamos en
última instancia un poco de perejil picado.
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