2) Mientras tanto, pondremos
a hidratar la gelatina neutra en un recipiente con agua fría. Reservamos
momentáneamente.
3) A continuación, haremos
la bechamel. En una sartén, pondremos a calentar la mantequilla y el AOVE; cuando
se haya fundido, incorporaremos la cebolla (previamente rallada) y los dientes
de ajo bien picados, salpimentaremos y pocharemos durante unos 5 minutos. Antes
de que adquieran demasiado color, echaremos el jamón serrano (troceado en dados),
lo saltearemos ligeramente y agregaremos la harina de golpe; removeremos con la
ayuda de unas varillas y la cocinaremos durante unos minutos.
4) Acto seguido, incorporaremos la leche infusionada (aún caliente)
poco a poco, y con las varillas, removeremos al mismo tiempo, hasta que se
integre completamente.
5) Cuando la bechamel comience a espesar, bajaremos el
fuego, agregaremos el queso de oveja (cortado en dados), rectificaremos de sal
y pimienta si fuera necesario y pondremos a punto de nuez moscada; continuaremos
removiendo con las varillas, hasta que observemos que la bechamel comience a despegarse de los bordes de la sartén.
6) Llegados a ese punto, apartaremos del fuego, incorporaremos las hojas de gelatina (previamente escurridas), un par de
cucharadas de perejil picado, e integraremos nuevamente con las varillas hasta aunar ingredientes.
7) Pasaremos la masa de croquetas (aún caliente) sobre una
fuente de cristal alargada (previamente forrada con papel film transparente), cubriremos
con papel film (este deberá quedar en contacto
con la masa para que no se forme costra o película) y dejaremos atemperar unos minutos. Introduciremos en
la nevera y conservaremos la masa al frío durante toda la noche.
8) Al día siguiente, con la ayuda de
dos cucharas, cogeremos porciones de masa e iremos haciendo las croquetas, pasándonos
la masa de una cuchara a otra, hasta darle su forma característica.
9) Dispondremos las croquetas en un
cuenco con harina, las embadurnamos bien, apretaremos y quitaremos el exceso; las pasaremos posteriormente por un bol con huevo batido y por último las
depositaremos en el recipiente con el Panko.
10) Pondremos a calentar una sartén
honda con abundante AOVE; cuando esté caliente, las freiremos en tandas de 5-6
unidades durante unos minutos hasta que quede doradas, procurando que estén
sumergidas en el aceite y las retiraremos en un plato con papel absorbente para
eliminar el exceso de aceite.
Servimos y acompañamos con unos cogollos de lechuga con dados
de mango, tomate, unos granos de granada y zanahoria en tiras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario