Ingredientes (4 comensales):
1) En primer lugar, pondremos a hidratar la gelatina neutra en
un bol con agua fría. Del mismo modo, en otro recipiente amplio, dispondremos
el chocolate con leche troceado. Reservamos momentáneamente.
2) A continuación, en un cazo, pondremos a calentar los 75
mililitros de nata o crema de leche junto con la leche entera; por otra parte,
en un bol, batiremos las yemas de huevo con la ayuda de unas varillas.
3) Antes de que la leche comience a hervir, retiraremos del
fuego y la colaremos en el bol anterior, dejándola caer poco a poco;
integraremos bien con las varillas y devolveremos la mezcla de yemas y leche al
cazo. Pondremos a fuego alto, incorporaremos la gelatina neutra (previamente
escurrida), y con las varillas, batiremos unos instantes hasta disolver la gelatina,
pero procurando que no llegue a hervir nuevamente (hasta que alcance los 85º).
4) Acto seguido, colaremos esta mezcla sobre el recipiente
con el chocolate con leche troceado, y con las varillas, removeremos bien,
hasta que se haya fundido completamente; dejaremos atemperar unos minutos.
5) Mientras tanto, en un bol, añadiremos los 225 mililitros
de nata o crema de leche restante y con
la batidora eléctrica, la montaremos durante unos minutos, hasta que empiecen a
formarse surcos compactos alrededor de las varillas de la batidora.
Introduciremos en la nevera y conservaremos al frío mientras continuamos con la
receta.
6) Cuando el chocolate haya bajado a
una temperatura de unos 35º, incorporaremos entonces la
nata montada, en varias tandas, y con una espátula, integraremos, realizando movimientos
suaves y envolventes hasta homogeneizar.
7) Pasaremos la mousse a una manga pastelera, la repartiremos en copas individuales e introduciremos en la nevera durante toda la noche para que enfríen
bien.
Servimos, acompañamos con unas frambuesas, unos arándanos,
una cucharada de crema Chantilly y espolvorearemos en última instancia un poco
cacao en polvo.
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