1) En primer lugar, en un tupper pequeño, pondremos a macerar
las ciruelas pasas y el ron, procurando que queden completamente sumergidas. De
igual modo, en otro recipiente, mezclaremos el azúcar blanco con la canela
molida. Reservamos momentáneamente.
2) A continuación, descorazonaremos las manzanas, cortaremos
aproximadamente un centímetro de la parte superior, las frotaremos la mitad de
un limón y las dispondremos en una fuente de horno.
3) Precalentamos el horno a 200º. Echaremos una cucharadita de
la mezcla de azúcar y canela por la superficie pelada de cada manzana, las
rellenaremos con las ciruelas maceradas, echaremos una cucharadita de miel de
romero sobre cada círculo de manzana e introduciremos una rama de canela en el
agujero; presionaremos ligeramente,
rociaremos las manzanas con el ron de macerar las ciruelas, incorporaremos un
par de dados de mantequilla encima de
cada manzana y verteremos en la base de la fuente de horno los 100 mililitros
de agua.
4) Meteremos las manzanas en el horno y las mantendremos en su interior en torno a 50-60 minutos; cada 20 minutos, regaremos la superficie de
las manzanas con el jugo que vaya quedando en la base y cuando estén en su
punto, las retiraremos y las dejaremos atemperar unos minutos antes de
degustar.
Servimos las manzanas aún tibias, acompañamos con una
quenelle de helado de vainilla, un par de cucharadas del jugo que las manzanas
habrán soltado durante la cocción, una cucharadita de salsa de caramelo y
espolvoreamos en última instancia un poco de canela molida por el plato.
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