Ingredientes (4 comensales):
2) Por otra parte, haremos el crumble de avellana. En un bol, dispondremos la harina
de repostería, el azúcar blanco, la mantequilla sin sal troceada en dados (debe
estar muy fría) y la avellana molida; con las yemas de los dedos, amasaremos,
hasta conseguir una textura terrosa. Precalentamos el horno a 200º.
Esparciremos el crumble de avellana sobre una bandeja de horno (previamente
forrada con papel sulfurizado), introduciremos en el horno y mantendremos en su
interior unos 18 minutos. A mitad de cocción, sacaremos la bandeja del horno,
removeremos el crumble y volveremos a introducirla hasta cumplir con el tiempo
restante de horneado.
3) Mientras tanto, aprovecharemos para pelar los higos chumbos. Ayudándonos de
un trapo de cocina (para evitar pincharnos con algún pincho que quedara en
ellos), haremos un corte longitudinal de arriba abajo; del mismo modo,
cortaremos los extremos, y ayudándonos del cuchillo, le retiraremos la piel. Los
depositaremos en un vaso batidor (obtendremos unos 250 gramos de higo chumbo
limpio) y con la túrmix, le daremos un par de pasadas, hasta que se haga un
zumo. Colaremos y reservamos momentáneamente.
4) En otro bol, depositaremos el queso mascarpone y el azúcar
glas; con unas varillas metálicas, mezclaremos, y acto seguido, incorporaremos
el zumo de higo chumbo, poco a poco, y continuaremos batiendo con las varillas,
hasta que quede completamente integrado.
5) A continuación, en
un vaso, calentaremos ligeramente la leche en el
microondas (hasta que esté tibia), incorporaremos las hojas de gelatina (previamente
escurridas) y con una cucharilla, removeremos, hasta que se disuelvan; añadiremos esta gelatina diluida en la leche al recipiente
anterior, y con las
varillas, mezclaremos nuevamente. Reservamos momentáneamente.
6) Para el merengue, en un bol, agregaremos las claras de
huevo, unas gotas de zumo de limón y una pizca de sal; con la batidora eléctrica, batiremos durante unos
minutos, hasta que empiecen a adquirir cuerpo. Echaremos el azúcar glas y
terminaremos de batir hasta que empiecen a formarse picos firmes.
7) Incorporaremos el merengue a la mezcla de mascarpone e
higo chumbo en varias tandas, y con la ayuda de una espátula, realizaremos
movimientos suaves y envolventes hasta homogeneizar. Repartiremos la mousse en
copas e introduciremos en la nevera durante un par de horas hasta enfriar.
8) Cuando el crumble esté en su
punto, lo sacaremos del horno y lo
dejaremos atemperar.
Servimos la mousse, decoramos con las filigranas de chocolate,
acompañamos con el crumble de avellana, unos granos de granada y
espolvorearemos en última instancia un poco de cacao en polvo y de azúcar glas.
En el mercado podéis encontraros varios
tipos de higo chumbo; en mi caso he optado por utilizar la variedad amarilla y
roja.
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