Ingredientes (4+1 comensales):
2) A continuación, haremos una salsa bechamel; en un cazo, pondremos a calentar la
mantequilla a fuego medio. Cuando se haya fundido, incorporaremos la harina de
trigo de golpe, la rehogaremos un par de minutos para que se cocine y acto
seguido, añadiremos la leche tibia (que previamente habremos calentado en el
microondas) poco a poco. Con la ayuda de unas varillas, removeremos constantemente,
salpimentaremos, espolvorearemos una pizca de nuez moscada y mantendremos a
fuego medio-alto durante unos 5 minutos y sin dejar de remover, hasta que la bechamel
espese.
3) Retiraremos el cazo del fuego, añadiremos el queso parmesano rallado junto
con las yemas de huevo y el vino blanco, y con las varillas, mezclaremos
nuevamente hasta integrar por completo. Pasaremos el resultado a otro
recipiente y reservamos momentáneamente.
4) Precalentamos el horno
a 200º. En un bol, montaremos las claras de huevo a punto de nueve con una
pizca de sal; las agregaremos al recipiente anterior en varias tandas, y con la
ayuda de una espátula, integraremos, realizando movimientos suaves y
envolventes (sin excedernos) hasta homogeneizar.
5) Bajaremos la temperatura del horno a 180º. Sacaremos los
Ramekins de la nevera y los rellenaremos a la mitad;
agregaremos unos dados de queso Gruyère y cubriremos con la mezcla restante
hasta rellenar ¾ partes de su capacidad. Introduciremos en el horno y mantendremos en su interior en torno
a 20 minutos o hasta que observemos que la superficie del soufflé comience a
ponerse dorada.
Retiramos los Ramekins del horno y servimos el soufflé de
queso aún caliente.
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