Ingredientes (molde rectangular 30x11,5 cm.):
- 200 gr. azúcar blanco
*Para la decoración final:
Preparación (paciencia 😊):
2) A
continuación, incorporaremos la nata fresca para
cocinar, la leche entera y la crema de leche; bajaremos la velocidad de la batidora y volveremos a
batir hasta aunar ingredientes.
3) Finalmente, tamizaremos la harina de repostería junto
con la levadura y el té Matcha en polvo en varias tandas, añadiremos la manzana
Golden (previamente pelada y troceada en dados) y la ralladura de limón y pomelo, y terminaremos de batir a
velocidad baja hasta homogeneizar.
4) Engrasaremos el molde con un poquito de mantequilla y
verteremos la masa del bizcocho. Le daremos unos golpecitos para que se
asiente, lo introduciremos en la nevera y lo dejaremos reposar durante toda la
noche.
5) Al día siguiente, terminaremos el bizcocho. Precalentamos
el horno a 180º. Sacaremos el molde de
la nevera, lo introduciremos en el horno y lo mantendremos en su interior unos
50 minutos aproximadamente.
6) Mientras
tanto, aprovecharemos para hacer el glaseado. En un bol, echaremos el azúcar glas y el zumo de
limón; con unas varillas mezclaremos bien, hasta obtener una textura parecida a
la leche condensada. Reservamos momentáneamente.
7) Cumplido el tiempo de horneado, pincharemos el bizcocho con
un palito de brocheta para asegurarnos de que está hecho, y si observamos que
sale limpio, apagaremos el horno, sacaremos el molde e incorporaremos el
glaseado de limón por encima. Volveremos a introducirlo en su interior y lo
mantendremos unos 5 minutos más con el calor residual, hasta que el glaseado se
termine de asentar.
8) Llegados a ese punto, retiraremos del horno y dejaremos enfriar
a temperatura ambiente durante unos minutos antes de desmoldar.
Cortamos una porción, servimos, acompañamos con una
quenelle de helado de chocolate, decoramos con unas fresas troceadas, unas moras,
unas cerezas y espolvorearemos
en última instancia un poco de azúcar glas y canela molida.
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