Ingredientes (20 uds.):
Preparación (paciencia 😊):
2) Acto seguido,
añadiremos el huevo y la miel de castaño, dejándola caer en forma de hilo, poco
a poco, y continuaremos batiendo hasta que quede integrada y homogeneizar la
mezcla.
3) A continuación, echaremos
la ralladura de limón, tamizaremos la mitad de la harina de repostería, del
cacao en polvo sin azúcar, del bicarbonato sódico y del resto de las especias (jengibre
molido, canela molida, nuez moscada), y con la batidora, iremos mezclando a
medida que l@s vayamos incorporando.
4) En el momento que observemos que a la batidora le cuesta
trabajar la masa, la dispondremos en la encimera, continuaremos agregando la harina
de repostería y especias restantes, y amasaremos hasta homogeneizar y conseguir
una masa compacta. La pasaremos a un bol, la cubriremos con papel film (procurando
que quede en contacto con la masa) y la dejaremos reposar en la nevera durante
una hora.
5) Cumplido el tiempo de reposo, retiraremos el papel film, dispondremos
la masa entre dos hojas de papel sulfurizado y con la ayuda de un rodillo, la
extenderemos uniformemente hasta formar un rectángulo de unos 5 milímetros de
grosor. La pasaremos a una bandeja, la introduciremos en la nevera y la
conservaremos al frío durante toda la noche.
6) Al día siguiente, sacaremos la masa de galletas de la
nevera, le retiraremos la primera hoja de papel sulfurizado que la cubría, y
con la ayuda de cortapastas con la forma de la galleta de hombre de jengibre,
les daremos forma; repetiremos la operación con los sobrantes de masa que nos vayan
quedando. Pasaremos las galletas a una bandeja (previamente forrada con papel
sulfurizado) y las introduciremos nuevamente en la nevera unos 20 minutos más
antes de hornear.
7) Precalentamos el horno a 190º. Una vez caliente, sacaremos
la bandeja de la nevera, introduciremos las galletas en el horno y las mantendremos
en su interior alrededor de 12 minutos, o hasta que observemos que los bordes
de la galleta comienzan a ponerse dorados. En ese instante, sacaremos la bandeja
del horno y depositaremos las galletas sobre una rejilla de horno y las
dejaremos a temperatura ambiente hasta que enfríen en su totalidad.
8) Aprovecharemos ese espacio de tiempo para preparar la glasa. En un bol, batiremos la clara de huevo con una pizca de sal; cuando la clara empiece a adquirir cuerpo, incorporaremos el azúcar glas en varias tandas, y batiremos, hasta obtener una textura consistente pero fluida.
9) Repartiremos la glasa a partes iguales en diferentes recipientes, echaremos unas
gotas de colorante en cada uno de ellos (rojo, azul y morado en mi caso), y con
unas varillas, mezclaremos hasta que la glasa adquiera completamente el color
correspondiente. Pasaremos el resultado de cada glasa a mangas pasteleras individuales
con boquilla lisa de 1 milímetro y las reservamos momentáneamente.
10) Cuando comprobemos que las galletas hayan perdido
temperatura, le incorporaremos la glasa, dándole la forma que más nos guste.
Wasabiconsejo:
A la hora de hacer la glasa, si os ha quedado demasiado
espesa, podéis incorporar una cucharadita de agua para aligerarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario